Cené con Ariadne, mi mejor amiga, en un restaurante; al salir, nos mojamos con la lluvia. Ella se veía bella, provocativa, sensual. Llevaba un vestido de seda que, empapado, se le pegaba al cuerpo transparentando su ropa interior. Me pidió que la abrazara para calentarse un poco porque tenía frío… Y yo la obedecí sin oponer objeción alguna. ¡Qué sensación tan placentera me embargó! Supe que si seguía estrechándola, los instintos tomarían el control y perdería la cabeza. No podía permitirlo, sobre todo porque Ariadne era como mi hermana. Hice un esfuerzo y me separé de ella.
Lo que hicimos, o mejor dicho lo que dejamos de hacer nos fortaleció como personas…
Ser FUERTES es prioritario en la vida.
Pienso en un convaleciente que acaba de salir del quirófano; por los efectos del ayuno, la anestesia y el bisturí, tiene una debilidad física extrema. Debe salir de ese estado pronto, ganar fuerzas otra vez, si quiere sobrevivir. Y así es nuestra vida; en todas las áreas: física, mental, espiritual, social, relacional… Sólo somos eficientes, si estamos fuertes.
Volviendo al tema de mi amiga y las relaciones eróticas:
Hay seres humanos a quienes la vida los ha unido para que sean amigos. Así, «son más fuertes gracias a su amistad».
Hay seres humanos a quienes la vida los ha unido para ser compañeros de trabajo. Así, «son más grandes por su relación de equipo».
Hay seres humanos a quienes la vida los ha hecho familia. Así, «su relación familiar los vigoriza».
Propiciar un contacto erótico con alguien que está cerca de nosotros “para otro propósito”, nos debilita y mata la relación.
Por ejemplo:
Conozco a un buen gerente (casado), que hacía una extraordinaria mancuerna con su colaboradora licenciada (también casada). Ambos se complementaban y resolvían asuntos de trabajo muy complejos; lograban resultados sobresalientes. Su relación los hacía fuertes en el área profesional. Pero un día, el gerente sedujo a la licenciada y ella se dejó seducir. Tuvieron contacto íntimo. Después de eso, los dos se volvieron débiles (como individuos) y perdieron la riqueza que tenían trabajando juntos. Dejaron de ser competentes. Contaminaron y descompusieron el engranaje que los hacía poderosos. ¡Su contacto erótico los acabó individual y profesionalmente!
Aunque dos hermanos, hombre y mujer, sean fortísimos en su unión, si tienen relaciones incestuosas se destruirán…
El amor erótico no puede suceder “con quien sea”. Sólo engrandece el alma del ser humano cuando se da entre personas adecuadas.
Sé que mi amiga se sintió un poco enfadada porque preferí no experimentar con ella una relación más íntima. Yo mismo, al recordar sus cabellos mojados, escurriendo sobre ese vestido transparente, me enfado. Pero después me doy cuenta que sigo sintiéndome fuerte para defender lo que creo. ¿Y qué es lo que creo? Muy sencillo: Que Ariadne y yo fuimos hechos para ser amigos… Mientras que Sheccid y yo, fuimos hechos para ser pareja…